Agrega Marco Antonio Campos a su ya extensa, personalisima y sorprendente obra de poeta, de crítico, de traductor, de cronista, de historiador y estudioso de la literatura mexicana y de otras, este libro ejemplar que él titula Dime Dónde, en qué país (una línea que toma de Villon) y que ha compuesto, como dice, con poemas en prosa y una fábula. El libro es bello y complejo, en su aparente sencillez, pero intrincado contexto de referencias, alusiones literarias, históricas y artísticas y es en efecto, tanto verdadera poesía, como la que ha logrado consumar en su lírica de autor, pero es al mismo tiempo una colección deslumbradora de visiones, de crónicas de viaje por el mundo entero, de paisajes urbanos, amores consumados y no, mares, ríos, montañas, galerías pictóricas, encuentros con autores legendarios o nacidos ayer, barrios paupérrimos, aventuras en tren y al mismo timpo, profundas y conmovedoras inscursiones de la propia biografía, en el alma y en la memoria familiar. De algún modo, este conjunto de Marco Antonio, me hace pensar en el libro admirable y perfecto de otro ilustre visionario, viajero, cronista y autobiógrafo emponente: el grande y prolijo catalán Josep Pla, autor de los diarios voluntariamente imperfectos e invaluables de su Cuaderna gris, que no ha sido posible terminar de imprimir.