LA POLÍTICA DEL ODIO – Una aguda y reveladora visión de la política norteamericana
De cómo obstruccionistas, medios de comunicación e intereses creados están convirtiendo a los Estados Unidos en un país del tercer mundo y CÓMO PODEMOS RECUPERARNOS
por HUGO N. GERSTL
Los Estados Unidos están siendo destruidos de manera sistemática, no desde afuera por terroristas, sino desde adentro, por intereses creados. El país está siendo destruido por políticos, por presentadores de programa de entrevistas, magnates mediáticos y demagogos populistas, que procuran conservar su «territorio» a cualquier precio, obstruyendo la aprobación de leyes provechosas, mediante mentiras y acusaciones escandalosas, campañas negativas y agravios injustificados. Estos «redentores» no presentan ninguna idea constructiva que hayan concebido para ayudar a salir del atolladero en el que nuestro país se encuentra.
En lo único que piensan los políticos es en ser electos y reelectos. El señuelo de USD 100.000 de honorarios de conferencista es un potente afrodisíaco. El señuelo del poder es un afrodisíaco aún más potente. Políticos, metemiedos, parlanchines y líderes empresariales se deleitan con su fama, su gloria y su autoproclamada sabiduría, en momentos en que el país está más endeudado que cualquier otra nación en la historia y cuando año a año avanzamos cada vez más rápido hacia la posibilidad de convertirnos en un país del tercer mundo.
Si el público comienza a sumar dos más dos, la respuesta lógica debe ser cuatro. Pero hasta ahora, aún se puede hacer creer al estadounidense promedio que dos más dos equivale a cualquier número que a los maestros del rollo político se les ocurra. Lo peor es que más del 40% de los estadounidenses aceptan la política de miedo, cizaña y atropello, sin siquiera detenerse un momento a pensar qué es exactamente lo que estos traficantes del odio político ofrecen a cambio de echar a un lado a una facción y asegurarse para ellos mismos las ventajas del poder.
Pero independientemente de las querellas políticas internas o externas, lo que hacemos es algo parecido a dos pulgas que se pelean para saber cuál de ellas es la propietaria del perro. Parece que no nos damos cuenta de que el tiempo y el dinero se nos han acabado, que ya no podemos permitirnos el lujo de astutas maniobras políticas y de inútiles y estúpidas reyertas. Aunque este oportuno libro señala a quién es el culpable, va también un poco más allá y cuenta cómo los Estados Unidos, la nación más poderosa del planeta, pueden recuperar el control de su destino y curar su propia enfermedad.
HUGO N. GERSTL obtuvo una licenciatura en ciencias políticas e historia de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) y después cursó estudios y se graduó en la Facultad de Derecho de la misma universidad. Gerstl rechazó una invitación para postularse para el Congreso por el partido Republicano, ya que eso hubiera significado competir con su amigo y colega, el abogado León Panetta, que acababa de completar su primera cadencia en el Congreso. Gerstl es ampliamente conocido en todo el país hace ya cuarenta y seis años como abogado penalista y sigue siendo eternamente optimista acerca de la capacidad de recuperación del pueblo estadounidense.